16 de febrero de 2007

Ayer hizo un día celestial y me fui a pasar la tarde al Montjuïc (Monte de los Judíos). Es un pequeño cerro pegado a la ciudad y apoyado en el mar. Lo interesante no es sólo la vista increíble que te da de Barcelona sino también los jardines y parques que tiene. Decenas de hectareas totalmente parquizadas por personas famosas (según dicen, pero yo no las conozco) ideales para ir a pasar una tarde, llevar mate, leer o simplemente pensar. Fuentes enormes, un castillo medieval muy interesante, piletas, arroyos, flores, árboles, plantas, bosques, miradores... un lugar muy lindo. Tardé 10 minutos desde la puerta de casa hasta el Montjuïc. Así está siendo mi vida por ahora: un constante descubrimiento de lugares hermosos, interesantes. Y va a seguir siendo así hasta que consiga trabajo. Estoy en la búsqueda, pero se está haciendo un poco lenta, por lo que el lunes voy a empezar a buscar de camarero o algo por el estilo.
La entrevista de trabajo que tuve con Norberto Chaves, al final no fue tal cosa. Fui, muy emperifollado, con el CV en el zobaco, pero desde que llegué la conversación giró por otros temas, empezamos a hablar de la vida, de la escritura, del destierro y a las 2 horas nos fuimos a una bodega a tomar vino y picar algo. Nos contamos todas nuestras vidas, nos reímmos mucho, nos conectamos y nos hicimos amigos. A las 4 horas de haber llegado a su oficina, nos despedimos en la bodeguita con un abrazo y quedamos en ir a comer esta semana (quizás hoy). Nunca hablamos de trabajo. Fui a buscar un jefe y encontré un amigo. Como me dijo papá, ahora tengo que buscar un amigo... a ver si encuentro un jefe.
Titi está muy bien en el posgrado, en este momento muy atareada porque están por hacer una presentación de la tesina. Está también buscando otro trabajo, ya que en el que está no tiene nada que ver con Marketing y trabaja demasiado por poca plata. Hay una posibilidad ahí dando vueltas. Hay que rezar.

No hay comentarios: