27 de octubre de 2007

Entonces

¿Qué debo hacer con la vida que se va por donde elegí no estar?

19 de octubre de 2007

BCN-BUE

Nos vamos a Buenos Aires a pasar Navidad!

Titi parte el 14 de diciembre y yo el 18.

Estaremos allí hasta Año Nuevo (que brindaremos y nos besaremos arriba del avión de vuelta).

Escola d'Escriptura de l'Ateneu Barcelonès

He vuelto a estudiar. Ayer fue mi primer día de clases en La Escola d'Escriptura de l'Ateneu Barcelonès. Dicha institución es un centro académico e gran prestigio y renombre en, al menos, Europa, donde sus profesores son eminencias en sus materias, donde de vez en cuando va algún premio Nobel a dar clases y, entre otras cosas más, los mejores artistas del mundo, del género que sean (artes plásticas y visuales, música, etc.), imparten clases o conferencias. A su vez, muchos de los grandes escritores catalanes y de los que están ahora punteando en las góndolas de la librerías han salido de aquí. Josep Pla -el Borges Catalán- fue director de esta escuela (analoguemos, esta escuela fue para Pla, lo que la Biblioteca Nacional para Borges).
Sus instalaciones son realmente increíbles. La biblioteca (la más grande de Catalunya y la más completa en Filología) es algo inenarrable, de película, con frescos en el techo realizados por pintores famosos, con ornamentos hechos por Gaudí, con vitreaux acojonantes y al lado de un patio con fuente y plantas cara al cielo(en el 1º piso). Las aulas son amplias y consisten en una mesa grande con 10 sillas al rededor (como una sala de reuniones) y en la única pared sin libros, está la pizarra.

En la Escola puedes hacer dos carreras: la de Escritor y la de Editor. Cada una requiere unos 3 años de estudio, compuestas por una serie de cursos (uno más interesante que el otro).
La primera clase fue interesante, sobre todo, por el profesor, Pau Perez, un tipo interesantísimo, de una cultura inabarcable y muy simpático. De los 10 alumnos que somos, la mitad tiran para abajo: "Bueno -decía una señora de 50 años- yo escribí un par de veces para algún cumpleaños y me divertía la idea de venir a ver qué onda". "Yo escribo algunas hojas cada 5 años -decía Sergi de unos 40 años-. Es que sólo puedo escribir cuando estoy inspirado, tengo ganas y me acuerdo". "No... yo sólo leo a Woody Allen -arremetió uno de 25-". Hay una alemana que a medida que el profesor preguntaba a cada uno autores que le gustaban y el último libro leído, tomaba nota y cuando le tocó a ella recitó todos los que habíamos dicho los demás. Habrá 6 ó 7 de mi edad y 4 ó 5 de 50 y 60 años. Estos juicios son muy precoces (que no por eso dejan de ser juicios), pero creo que hay un par o tres que vamos a pegar buena onda.
Cada clase se expone algún tema, nos dan material para leer en clase, para leer para la semana siguiente la homework: algún ejercicio narrativo para la clase siguiente.

Ya les seguiré contando cómo avanza esta aventura literaria que me tiene inmerso en un orgasmo alfabético.

10 de octubre de 2007

A la Ciudad Luz

El jueves 27 partimos con Titi hacia Paris, donde al día siguiente nos encontraríamos con papá. Era la primera vez que salíamos de España desde que estamos acá. Y pedazo de viaje que nos mandamos!!
Fue lindísimo volver a ver al viejo, charlar, divertirnos, pasear, estar todo el día juntos. Pero nuestro viaje tenía otro motivo, más allá del familiar: ver a los Pumas en el Stade de France contra Irlanda.
Esos primeros días paseamos, conocimos algunos lugares emblemáticos de Paris, caminamos, comimos, sacamos fotos, pero más que nada hablamos. Fue lindísimo.
Paris, como todos saben, es increíble. Llena de magia, de romanticismo, de cinematografía, de dulzura, pero sobre todo, llena de turistas.
Paris

En cada lugar se respiraba rugby, veías camisetas de todas las selecciones, todas las TV pasaban partidos o resúmenes o comentarios y debates; la Torre Eiffel, en el medio, tenía una pelota gigante de rugby, y a los pies de la torre: Rugby Town, una carpa muy grande donde a toda hora pasaban todos los partidos, venden cerveza, merchandising y revenden tickets. Un claro lugar de encuentro (del que hicimos un correcto uso).
El día del partido fue buenísimo. Lo dedicamos enteramente a eso: al partido. Fuimos temprano al estadio, a comer a un bar de al lado y después la dejamos a Titi ahí, rodeada de irlandeses, y entramos.
Fue acojonante la hinchada irish cantando el himno a cada momento (40.000 irlandeses malditos), los franceses insoportables que iban vestidos de verde y los argentinos, que cuando nos poníamos a cantar encendían la música del estadio para que nos calláramos. Pasamos por momentos muy malos, de angustia, de dolor, de miedo (todos los sentimientos que hacen que la vida sea chota) hasta el minuto 73 en el que los irlandeses ya no podían hacer nada. Esa noche, por un amigo de papá que se encontró en Rugby Town, nos fuimos al hotel donde estaban festejando Los Pumas. En la entrada los de seguridad nos prohibieron entrar y papá volvió a llamar a su amigo para pedirle que hiciera algo, que nos dejaran entrar. Estaba lleno de hinchas. A los dos minutos aparece el amigo de papá con Felipe Contempomi que le dice al de seguridad: él, él y ella, adentro. Los otros hinchas que estaban ahí no lo podían creer (al igual que nosotros). Fue muy lindo estar ahí, tranqui, tomandose un trago charlando con todos los pumas, escuchando los comentarios, anécdotas... Fue buenísimo.
Argentina - Irlanda

El lunes de madrugada partimos para Barcelona.
Estuvimos de lunes a viernes, con papá, en casa. Como yo tenía vacaciones pudimos tener mucho tiempo juntos.
Estuvo bueno porque conoció "nuestra" ciudad, a nuestros amigos de acá, pasar por los lugares que nosotros frecuentamos, conocer nuestra vida.
Nos pegamos panzadas de mariscos, trasnochadas llenas de fernet, caminantas, bicicleteadas...
Una semana espectacular.

Y después...

De vuelta en Paris

El segundo finde nos fuimos con papá a ver los cuartos de final en el estadio del Stade de France en Saint-Denis, el mismo donde se hizo la inauguración del mundial de rugby, donde fue también la inauguración y final del mundial de fútbol.
Es gigante. Y de un diseño muy ostentoso.
El Estadio es increíble. Algo totalmente distinto de lo que uno conoce o espera cuando va a la cancha. Por adentro es como un hotel, con alfombras, ascensores, plantas, cuadros... El personal de adentro está vestido con los trajes típicos de los hoteles.

Cuando llegamos el sábado vimos el partido de Australia en un bar y después caminamos como 2 horas conociendo barrios de Paris. Nos fuimos al mismo hotel pedorro=barato del fin de semana anterior y después a otro bar a ver el partido de los All Blacks vs Francia.
El domingo nos fuimos a Rugby Town a ver el match entre Sudáfrica y Fiji. El lugar estaba copado de argentinos, escoceses, algunos irlandeses rezagados, franceces y algun que otro sudafricano. Estuvo buenísimo.
Después encaramos en metro para el Arco del Triunfo. Cuando llegamos había una multitud de personas blancas y celestes cantando y descontrolando. Saltamos y gritamos bastante, muy divertido. Y de ahí, en banda al estadio.
No fue como contra Irlanda, los escoceses son más tanquilos, los que más hacían quilombo eran los pobres franceses que habían comprado tickets para ver a su selección ahí -lo obvio- y no los pudieron revender... Pero fue apasionante, muy intenso.
Ese día nos fuimos a comer una pizza a la Av Champs-Èlysèes y después a dormir. Era la última noche con Papá.
El lunes, desayunamos largo y tendido, charlando de a poquito y despacio y después despedirnos en el aeropuerto. A casa, al hogar.

Argentina-Escocia


Un video breve del Stade de France a pleno, cuando entraron los jugadores hasta antes del himno, pasando por la cara de cagazo de papá.