31 de julio de 2007

Barcelonés

Esta ciudad está maldita. Todo lo que sobre ella escriba va a ser consecuencia de tal afirmación.
Es un lugar bellísimo, como encantado. Lleno de sorpresas, de incongruencias y paradojas, de telones que se abren y máscaras que se caen. Es un lugar poblado de seres estrambóticos, de una diversidad insospechada, de una riqueza impar. La playa te adormece -el intelecto y la percepción- las montañas te encandilan la perspectiva y te inquietan. Su disfraz de museo gigante te hace sentir un pieza -cuanto mucho- de cera.
Aqui la gente se vuelve loca. Es que me dí cuenta de una lógica muy extraña que encierra: la ciudad te expulsa, constantemente. Y su manera de hacerlo no es quitándote el dinero, tampoco es deportándote por ilegal. Lo hace abrazándote, abrasándote, asfixiándote, ciñéndote por las narices, estrujándote el corazón, amarrándote desesperada, y en su mirada advertís su deseo vil de expulsarte de su seno.
Al libertino le ofrece aventuras ilimitadas, jolgorios inolvidables; al empresario le ofrece oportunidades y dinero; al artista, inspiración (y alguna que otra musa); al jóven le entrega kilos de materia prima de vida; al anciano, paz, naturaleza, descanso; al inmigrante le ofrece un sueño o una experiencia; para el nativo se viste de hogar; al emigrante le ofrece un poco de alivio. Y uno, que es tanto menos que ella, no puede evadirlo, aún sabiéndo ésto. Te dejás llevar por su hechizo, un poco de verdad otro poco disimulando, y seguís esforzándote por encontrar tu lugar en su engranaje mágico. Pero lo haces por no conocer cabalmente las consecuencias. Por no conocer que sobre lo que te entrega, te quieta otro tanto.
Esta ciudad está maldita, y todos nosotros junto a ella.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Que pasa en Agosto no escribimos nada?
cariñitos en la jiba (sos el jorobado de la Sagrada familia)

Manuel I Brown

Sancaio dijo...

ya que Mano no escibe casi nada, voy a saludar al Sr Chalpiñón, que se lo extraña (de vez en cuando) y se requiere información de su estado general. Las canchitas del torneo del sábado extrañan su famoso salto del canguro, tb conocido como "el torpedo humano" Abrazos