31 de marzo de 2008

Seguimos en nuestro vuelo

Volvimos a Barcelona, a nuestra Barcelona, que sabe a nueva. Volvimos a nuestra casa -nuestro hogar-, a nuestro edificio, nuestra calle, nuestra esquina, nuestra verdulería, nuestro bar; volvimos a nuestros amigos de acá (perdón, de aquí), a nuestras cosas, nuestra cama, nuestro inodoro, nuestra noche, nuestras trasnoches.
Nada cambió, salvo que ahora porto en mi corazón el haber vivido el día más feliz de mi vida, hasta ahora, cuando me casé, cuando nos casamos. ¡Qué lindo!
Intuyo que lo que sentimos en estos momentos, la energía que vibra dentro de nosotros, nos auguran un año espectacular que va a girar, más o menos, al rededor de los tantos viajes que tenemos planeados (por ejemplo a Lisboa y a Roma en mayo, a Atenas en Junio...), experiencias fuertes, intensas, cargadas de emoción, riesgos, desafíos, extremos, porrazos; mucha playa, mucha montaña...; y si uno logra conectar con aquella dimensión del corazón que se proyecta como un ángel hacia los demás se alcanzan a percibir lo que te generarán las personas que vas a conocer, las que vas a amar, por las que vas a sufrir. Un año de trabajo, de escritura, de libros, de alguna novela especial llena de búsquedas.
Así estamos, los dos, con el corazón vibrando, expectante, con la boca presta a morder lo que la vida nos ponga enfrente.

Y retomamos esta bitácora por todo lo que necesitamos contarles, por todo lo que los amamos, para que también lo vivan con nosotros.

1 comentario:

Anónimo dijo...

simplemente decirles que nosotros tambie´n hemos pasado "uno de esos días" que no suceden tan a menudo. les auguramos desde ACÁ un prós pero lindo año y hagan todos los viajes que planearon y sigan llenándose de vivencias y disfrutando de su juventud y compartiendo y llendo y viniendo y qué sé yo qué...

Guille, Vero y Sofi...desde el guardarropas