Praga

Hemos viajado a la ciudad más bella y romántica que jamás hemos visto. Praga. Maravillosa Praga. Ya te extraño!!

Hasta nos dieron ganas de no volvernos nada y buscarnos un laburo ahí. Calculamos que en una década, tal vez, aprenderemos a hablar checo...

La gente que nos cruzamos era alegre y festiva, mucha música, en cada esquina y en cada iglesia un recital; muchas universidades, mucha historia, mucho museo, mucha belleza y DEMASIADOS TURISTAS... La plaga del último milenio (no, nosotros no somos turistas, nosotros tenemos al mundo por hogar, cada país, cada ciudad, es nuestro país, es nuestra ciudad).

Estábamos tan contentos, sintiéndonos unos privilegiados al haber tenido la posibilidad de estar en Europa del este, en la República Checa, viviendo y respirando un ciudad tan impactante como esa. Estábamos tan contentos que nos reíamos por nada de todo.

Cuando volvíamos de Praga y cruzábamos Suiza, sus campos y lagos y después la omnipotencia de los Alpes, entre tanta voluptuosidad, imaginaba el momento en el que vuelva a Praga, con ustedes, mi familia, tal vez, con mis hijos, sin duda, y me vuelva a encontrar con ella, y pueda mostrársela a alguien, hacer a alguien partícipe de tanta belleza.

Como a ustedes, varias ya nos habían hablado de Praga, de lo linda que es de lo impresionante...; pero no hay expectativas los suficientemente altas como para que esa ciudad no te sobrecoja.

Acá les paso algunas fotos, que colgué en internet. No hice como en los demás viajes, como una película con música porque como tenemos un ordenador nuevo, de otra raza, aún no le bajé ningún programa que me permita hacerlo. Así que, confórmense con verlas así (incluso hay algunas fotos repetidas..., lo siento).